22 Nov Mi reflexión de hoy, 22 de noviembre de 2013

“Dar sentido a mi vida”….. suena bonito

Parece muy común hablar de “dar sentido a la vida”; es una expresión que utilizamos con una frecuencia alta y casi sin darnos cuenta de la dificultad que entraña y de la envergadura del significado engloba.

Es evidente que cuando tocamos fondo, cuando nuestra viva no nos permite sentirnos realizados, cuando pasamos por una mala experiencia, cuando se produce un cambio inesperado y negativo en nuestro entorno,.. nos sentimos desconcertados, con un vacío interior importante, con un desánimo difícil de superar; y es entonces cuando necesitamos cambiar algo, darle un giro a nuestra existencia,  buscar nuevos caminos; en definitiva “darle sentido a nuestra vida”.

Pero, ¿cómo puedes lograr ese gran reto de reorientar tu vida?. Bien, lo primero que debes hacer reflexionar para encontrar esa meta que deseas alcanzar: ¿cómo me gustaría que fuera mi vida?, ¿cómo me gustaría ser?, ¿qué anhelo?, ¿qué me haría sentir feliz?,.. El objetivo que te plantees deberá cumplir una serie de requisitos mínimos:

• Ser claro y concreto
• Ser realista, alcanzable
• Ser medible
• Ser divisible

Tener tu objetivo presente es como tener “tu destino” elegido; ya sabes donde quieres llegar,  hacia donde quieres ir; ahora tienes que escoger que trayecto, el itinerario  que vas a hacer.

Debes tener presente que tu objetivo no se va a alcanzar de un día para otro, será una labor progresiva, que requerirá de esfuerzo, dedicación y constancia por tu parte.

Tu segunda labor, será definir que pasos tienes que dar; pensar en que debes hacer para lograr tu objetivo. Para ello, debes identificar las tareas a realizar; serán tareas que progresivamente se irán incrementando en esfuerzo y que te acercarán a tu meta; a partir de ahí, podrás decir que tienes definido tu plan de acción. Sería muy recomendable que fueras capaz de asignar fechas a tu plan; que establecieras plazos.

Si al realizar tu plan de acción, no te ves preparado para asumir todas las tareas que has planteado por falta de constancia, por no saber como poder afrontarlas, por no verte con fuerzas para llevarlo a cabo, porque sabes que no te vas a comprometer al 100% con la realización del plan…. Entonces debes buscar a un profesional, un coach, que te apoye, te oriente y te dé herramientas para hacerlo adecuadamente.

El tercer paso es armarte de valor e ilusión y poner en práctica tu Plan de acción.  Paralelamente a la puesta en marcha debes ir evaluando los avances que vas obteniendo, los esfuerzos realizados y los fracasos que hayan podido ir a apareciendo. En este momento; si encuentras dificultad para poder realizar la evaluación, es importante que de nuevo pidas el apoyo a un profesional que te pueda ayudar, porque es fundamente valorar objetivamente los progresos que vayas obteniendo.

Para llevar a cabo todo este proceso te ayudará mucho la actitud con la que lo afrontes; confía en tus recursos, en tus ganas y necesidad de cambio, sé positivo, recuerda que los fracasos nos hacen aprender y por tanto avanzar, las cosas que valen la pena no se logran en un día, no tengas prisa, sé constante.

“La vida cobra sentido cuando se hace de ella una aspiración a no renunciar a nada”. José Ortega Y Gasset