06 Jul Música y autoestima, compañeras de viaje.
Hoy debía estar escribiendo sobre autoestima pero, lo que son las cosas, mi necesidad interna ha sido otra, por lo que he decido cambiar radicalmente de tema. Hoy quiero, y de algún modo también necesito, hablar sobre el poder de la música.
Hay ocasiones en las que nos sentimos desbordados de sentimientos, de energías, de contradicciones que realmente son difíciles de exteriorizar porque son complejas de entender. Es en ese momento cuando me paro a analizar el poder que tiene la melodía sobre las personas, ¿qué ocurre para que tras unos minutos escuchando una determinada canción, se produzca un cambio en nuestra actitud?
Estarás de acuerdo conmigo que, en ocasiones, es suficiente escuchar un par de acordes para despertar tus emociones, para activar un recuerdo, para llenarte de energía, para relajarte, para explotar a llorar, para sonreír,… de ahí mi pregunta ¿por qué nuestro estado anímico se ve afectado cuando escuchamos música?
Nos aporta grandes benéficos a nivel emocional ya que las áreas cerebrales que se activan cuando escuchamos música y con las emociones son prácticamente las mismas:
- Facilita que nos mostremos más afectivos.
- Es capaz de cambiar nuestra actitud mental.
- Es un modo de contactar con las personas de nuestro entorno, crea complicidad
- Aumenta nuestra expresividad.
- Ayuda a desarrollar nuestra sensibilidad.
No debemos dejar de tener en cuenta que la música activa más partes del cerebro que cualquier otro estímulo humano y esto ayuda a:
- Fomentar el aprendizaje y la memoria. Por ejemplo, escuchar música clásica modifica y aumenta los genes responsables de las funciones cerebrales. Este tipo de melodías mejoran la actividad de los genes implicados en la memoria, el aprendizaje, la secreción y el transporte de la dopamina (molécula que entre otras cosas es responsable de la presión arterial, el sueño, el humor, aspectos de la atención y el aprendizaje)
- Recrea recuerdos. La zona dorsal del córtex prefrontal medial conecta melodías y memorias. Cuanto más importante era la nostalgia evocada, mayor es nuestra actividad cerebral.
- Disminuye nuestro nivel de estrés dado que regula nuestro nivel hormonal.
- Nos incita a otros comportamientos que nos generan positivismo: cantar, bailar,…
- Incrementa nuestra creatividad.
Sin duda, a nivel profesional, la música es también una herramienta que nos ayuda a crecer personalmente. A través de ella podemos entrenar competencias tales como la sociabilidad, confianza en uno mismo, creatividad o la improvisación entre otras.
Quería hablar de autoestima pero, como os he dicho, necesitaba hablar de música, del poder de la música y en el fondo creo que hay mucha conexión entre ambos temas. Todos sabemos que para tener una existencia feliz necesitamos gozar de una autoestima sana. Una autoestima enferma desencadena en problemas de ansiedad, inseguridad personal, depresión, frustración, apatía, soledad… Escuchar canciones con letras melancólicas o depresivas, agudiza los sentimientos negativos de la persona. Por el contrario, si nos exponemos a música con mensajes alentadores, positivos y alegres, casi con total seguridad nos serenaremos, mejorará nuestro ánimo y aumentará nuestra autoestima.
Siempre hay una canción para cada momento, para cada situación y para cada estado emocional. Para mí, la música es una indispensable compañera de viaje. Y ¿para ti?, ¿podrías vivir sin ella?
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