¿Qué ocurriría si empezáramos a correr algunos riesgos?

“¿Qué ocurriría si empezáramos a correr algunos riesgos, si nos enfrentáramos a nuestros miedos? ¿Y qué si fuéramos más lejos, si persiguiéramos nuestros sueños, si obedeciéramos a nuestros deseos? ¿Qué ocurriría si nos permitiéramos experimentar libremente el amor y encontrar satisfacción en nuestras relaciones? ¿Qué clase de mundo sería éste? Un mundo sin miedo. Puede que sea difícil de creer, pero la vida tiene muchas más cosas de las que nos permitimos experimentar.

Muchas más cosas serían posibles si dejáramos de ser cautivos del miedo. Hay un nuevo mundo dentro y fuera de nosotros –un mundo en el que hay menos miedo– esperando a ser descubierto.

Pero es fácil experimentar temor donde no hay peligro. Ese tipo de miedo es ficticio, no es real. Puede parecer real pero no tiene base en la realidad y, aun así, nos mantiene despiertos por la noche, nos impide vivir. Parece no tener propósito ni clemencia, nos paraliza y debilita el espíritu cuando lo dejamos actuar. Esta clase de miedo se basa en el pasado y desencadena miedo al futuro. Pero este miedo inventado sirve de hecho a un propósito: nos da la oportunidad de aprender a elegir el amor. Es un grito de nuestra alma pidiendo crecer, pidiendo sanarse. Son oportunidades para elegir de nuevo y de manera diferente, para elegir el amor por encima del miedo, la realidad por encima del espejismo, el presente por encima del pasado. Para los propósitos de éste capítulo y para nuestra felicidad, cuando nos referimos al miedo estamos hablando de estos miedos ficticios que restan valor a nuestra vida.

Si sabemos  abrirnos paso a través de nuestros miedos, si somos capaces de aprovechar todas las oportunidades posibles, podemos vivir la vida que tan solo nos habíamos atrevido a soñar. Podemos vivir libres de juicios, sin temor a la censura de los demás, sin restricciones.

Nuestros miedos no evitan la muerte, frenan la vida. Difícilmente llegamos a reconocer hasta qué punto dedicamos la vida a manejar el miedo y sus efectos. El miedo es una sombra que lo obstruye todo: nuestro amor, nuestros verdaderos sentimientos, nuestra felicidad, nuestro ser mismo.”

Dra. Elisabeth Kübler-Ross, fragmento del libro, “Lecciones de Vida”

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